El “por qué” de hacer viajes largos con niños pequeños

Una de las cosas que escucho a menudo es que los padres necesitan “vacaciones” después de las vacaciones con los niños; que todo es demasiado intenso y volver a la rutina es algo que esperan. En mi opinión personal, una de las causas es que el tiempo que pasan con los niños no es suficiente: pasar una o dos semanas de vacaciones y tratar de hacer todas las cosas en ese tiempo en lugar de relajarte te cansa; ni siquiera tienes mucho tiempo para desconectar porque ya tienes que volver al trabajo.

Nuestro ejemplo

Antes de nuestro primer viaje (cuando los mellizos tenían un año y medio y Lía 4 años), algunos nos decían que estábamos locos por querer pasar 2 meses de vacaciones con los niños y además viajando; que ellos no aguantarían ni 2 semanas (hablando un poco de broma y un poco en serio). Yo lo tenía muy claro: no iba a poner a Lía en los casales porque trabajar para pagar los casales y para que alguien cuide a mi niña cuando puedo hacerlo yo misma – no me entraba entonces en la cabeza. 

¿Cómo lo hicimos entonces para viajar 2 meses por Europa (y un año después, otros 5 meses)? Pues pidiendo la excedencia por cuidado de menor, tanto mi pareja como yo. Sé que cada familia está en una situación diferente, pero para todos nosotros que trabajamos por cuenta ajena en España sí tenemos esa opción de pedir excedencia hasta que los niños tengan 3 años y la empresa no te lo puede negar. Aunque todavía no haya tanta gente que lo use, tienes que saber que es tu derecho. Es un permiso sin sueldo, claro, pero si te lo puedes permitir y quieres viajar, ¿por qué no hacerlo?

Los motivos por qué hacer viajes largos en autocaravana con niños pequeños

Todo es una aventura

• Las paradas para comer – cada vez que hacíamos una parada para comer, también buscábamos nuevos parques infantiles o áreas de juego, siempre asegurándonos de encontrar lugares adecuados para los niños, ya sea cerca de un río, en el bosque o en cualquier otro lugar que supiéramos que disfrutarían. Gracias a esto, descubrimos lugares muy curiosos y escondidos que, en un viaje sin nuestros hijos, no habríamos encontrado.

• Nuevos campings y la emoción al imaginar y luego ver dónde dormimos esta noche. ¿Tendremos piscina? ¿Un parque infantil? ¿Tirolinas? ¿Cochecitos?
• Hacer la compra normalmente en Lidl 🙂 – algo imprescindible durante el viaje y nunca pensaba que iba a ser tan, tan divertido cada vez. Si hay carritos pequeños, la emoción de los niños es de otro nivel, te digo.

• Relacionarse y hablar con gente nueva y jugar con otros niños en cualquier lugar – los niños se abren mucho a la gente mientras están viajando, lo veo tan claro en mis hijos.

Los niños todavía no pagan en la mayoría de los lugares

• Campings – Si tienes niños más grandes, ya sabes que se hace mucho más caro ir de camping – pero si tienes niños pequeños, en la mayoría de los campings no pagan. Si tienes tarjeta ACSI – hay un montón de campings familiares donde 2 adultos y 3 niños menores de 5 años pagan el precio fijo durante temporada baja (¡entre 13 y 27 euros!).

• Las entradas a los museos, castillos y otros lugares de interés normalmente también son gratis para menores de 5-7 años.

El tiempo que pasas con ellos

• Esto sí que no tiene precio. Los niños cambian rápidamente cuando son pequeños. Durante el viaje, ves cómo tus hijos crecen, cómo empiezan a caminar o hablar, cómo juegan y cómo se convierten en un gran equipo juntos; ves cómo miran todo con esa mirada de emoción y ves cómo disfrutan estando con la familia todo el tiempo. Te das cuenta de que no necesitan prácticamente ningún juguete, que dentro o fuera de la autocaravana siempre encuentran algo para crear un juego. Y lo mejor de todo es que esos momentos pasan frente a tus ojos y te sientes muy agradecido de poder vivirlos.

• Todavía quieren viajar contigo o con vosotros y todavía sois las personas más importantes del mundo para ellos – aprovechad, se van a hacer grandes.

Aprenden cosas que no van a aprender en la escuela

• Es como cuando somos adultos, saliendo de la universidad nos damos cuenta de que sabemos muchas cosas en teoría, pero la verdad es que todo lo tenemos que aprender en el nuevo trabajo. Los niños también aprenden cosas cuando están fuera, en la naturaleza, cuando están visitando lugares nuevos, probando nuevas experiencias.

¿Matemáticas? Mucho más interesante si cuentan todos los palitos que han encontrado. ¿Los animales? Mucho mejor ver el reno, el oso o cualquier otro animal al lado vuestro que leer sobre él en el libro.

Es mucho más fácil aprender sobre los fiordos si los ven y entender sobre diferentes culturas si conocen a la gente de esa cultura. Sin mencionar todas las cosas que los niños no van a recordar pero sí que quedarán grabadas en sus mentes para siempre.

Estoy segura de que hay muchos más motivos por los cuales viajar con niños pequeños y aquí he compartido solo algunos ejemplos. Sin embargo, lo más importante es que te animes a vivir esta experiencia única con tu familia. Si quieres viajar con tus niños pero tienes dudas o no estás seguro si te lo puedes permitir, te digo que sí hay maneras. ¿Algo te da miedo? ¡Escribime! Puede ser que nosotros hayamos pasado por momentos parecidos y te pueda ayudar.